También podríamos titular esta reseña "y cómo confirmar el secreto peor guardado de la literatura fantástica". En realidad, tras un final de temporada tan explosivo -literalmente- es difícil no dejar nada en el tintero. La emoción sigue a flor de piel mientras escribo, el hype, la impresión... Mucho nos dio este The Winds of Winter y aquí, de nuevo, intentaré analizarlo de la manera más divertida posible.

Primero lo primero. Ni Stannis ni Melisandre ni siquiera la Madre de Dragones. Cersei es la AMA de la barbacoa. Por la misericordia de la Madre, ¡qué escabechina! Pero lo mejor de esa secuencia tan aterradora, tan impresionante, fue la música. Pocas veces los espectadores notan la banda sonora detrás de una serie o película, pero Ramin Djawadi llegó a un nivel apoteósico en esta temporada y, especialmente, en este episodio. Lo de Desembarco del Rey fue brutal. ¿Cómo lo llamaremos? ¿El Juicio Verde? Lo que lamento es que no se salvara Margaery. Venga, que también era una bitch, pero el personaje siempre me gustó mucho. En los libros no tiene tanta participación como la tuvo en el show y la interpretación de Natalie Dormer -la maldición de Ana Bolena la persigue- hacían una gozada todas sus escenas. Una pena que no viéramos cumplir sus maquinaciones, nos preguntaremos siempre qué tramaba.

Y así, en tan solo unos cuantos segundos, los productores se ahorran muchos sueldos de cara a la última temporada que seguro meterá toditita la carne en el asador. Bye Gorrión, bye Lancel, bye tío Kevan, bye Loras, Margaery y Lord Tyrell. Ah y el Gran Maestre Pycelle, que ya le tocaba al vejestorio. Su muerte no es igual a la de los libros, pero los pajarillos sí que dieron miedo. Fue una mezcla del epílogo de Danza de Dragones, aunque sin Varys, pero ya hablaremos de ello después.

Lo que no me esperaba para nada fue la reacción de Tommen, aunque tiene sentido. El pobre era demasiado bueno para soportar dicha atrocidad, en la que también se le murió su esposa, que recordemos le dio su primer palo. Lucky bastard. También tiene coherencia que Cersei no reaccione volviéndose loca. Ya estaba, de algún modo, alertada por la bruja de su niñez sobre la muerte de sus hijos y la leona volvió a sacar sus zarpas para cargárselos a todos e imponer su poderío sobre la manada, dejando a un lado incluso a su león. ¡Jaime! ¿Ya te darás cuenta de que esta solo te va a utilizar a su antojo? Espero sinceramente que no dejen al personaje siendo su cachorrito y que, si lo hicieron así hasta ahora, haya sido por esto. Manita de Oro asesinó al Rey Loco porque éste tenía intención de hacer lo que hizo su hermanísima. No puede quedarse con ella. ¡Espabila y mete tus dedos de oro a otra!

Cruel destino para la septa Shame en manos de la resurrecta Montaña, Gregor Clegane, pero lo más alucinante es que nuestros yo perversos también compartimos un poco del placer que siente Cersei ante su venganza. Ahora, sin embargo, es mucho más peligrosa. Sin ninguno de sus hijos, quienes de algún modo la mantenían conectada a algo de humanidad, queda con el camino libre para cumplir su ambición: el Trono. Seguro tendrá una muerte impactante en el futuro y se le van a aguar las fiestas de lo lindo cuando llegue Daenerys, pero ese pequeño instante en que es coronada me hizo torcer los labios en una pequeña sonrisa. ¿En dónde están ahora todos los que acusaban a la serie de ser machista? ¡Por favor, que aquí hay más girl power que en Mujeres Asesinas!

Pero ante tanta maldad también queda algo de alegría. Y mucha, de hecho creo que esta temporada fue la más "feliz" en lo que va de serie -si quitamos lo de Hodor-. Los Stark han vuelto, motherfuckers, y con ganas de repartir más madrazos. Recuperamos a un Rey en el Norte -qué bien se siente volver a gritar ¡North! Esperemos resulte mejor que la última vez. Y, además, el secreto peor guardado de la literatura fantástica, la teoría más confirmada, el R+L=J se ha confirmado, valga la redundancia. Veinte años después -el primer libro del gordito salió en 1996- podemos todos gritar a los siete vientos que sí, pomposos presumidos, Lyanna es la madre de Juanito Nieves. Prométemelo, Ned. La mítica escena finalmente ante nuestros ojos. No nos confirman per se quién es el padre, pero venga, cualquiera que haya estado atento puede adivinarlo. Es Rhaegar Targaryen, el hijo del Rey Loco y hermano de Daenerys que "secuestró" a la Stark y provocó la rebelión que acabó con Robert Baratheon en el Trono de Hierro. Esto convertiría a Jon en sobrino de la Mil Títulos, pero ¡oh qué ironía!, el pobre seguiría siendo bastardo. Aunque en cualquier momento lo legitiman, si ya lo nombraron Rey, ¿qué mas da? Juan Nevado no sabe que es mitad Targaryen, solo Bran lo sabe. ¿Se reencontrarán, se lo dirá? ¿Qué implicaciones tendría, en cualquier caso? Ya veremos.

Un inciso para seguir aplaudiendo a Lyanna Mormont, la niña con más huevos de todo Poniente. Ese fue un "en su cara" a todos los lores norteños que no apoyaron a Jon. Sin embargo, atentos a ese último cruce de miradas entre Meñique y Sansa. Lord Baelish ya también nos confirmó que quiere el Trono junto a ella. Al principio la Sonsainas lo manda a la friendzone, pero algo me dice que cederá a las influencias de Meñique y... ¿se pondrá contra Juancho? ¿Buscará el poder por otro lado?

¿Notaron el nerdgasmo que le dio a Sam al ver tantos libros? Ay, qué mono, así todos los lectores al entrar a una librería. Pues apúrate, que el invierno ya llegó y debes ponerte a leer como si se te fuera la vida en eso. Destacar también lo que el tío Benjen le dice a Bran: el Muro está lleno de hechizos antiguos para que los muertos no puedan pasar. Entonces, ¿cómo pretende el Rey de la Noche invadir Poniente? Seguro Sam encontrará las respuestas. O no.

Oigan, es cierto. ¡El jodido invierno ya llegó! Tantas temporadas anunciándolo, ¡seis años esperando para esto! Si hasta Jon se ríe cuando Sansa le da el anuncio, ¡como no hacerlo, carajo, que ya cansaba repetir "winter is coming". Aunque yo no sonreiría tanto, eso solo significa que los Caminantes ya también están por caer. Todas las piezas ya están colocadas y avanzan... excepto Melisandre, quien ya se unió al club de los exiliados junto con Jorah. ¿Qué hará de su vida la Mujer Roja? ¿Se volverá a encontrar con Arya, como le prometió allá por la temporada tres? ¿Con la Hermandad sin Estandartes? Tal vez vaya con Daenerys y de nuevo le entre la crisis porque todos los sacerdotes rojos la andan proclamando a ella como la Elegida.

Hablando de Arya, la pequeña Stark nos trae otra de las mayores alegrías de la serie, matando a Walder Frey. Ella es la verdadera vengadora de la Boda Roja. Siempre es un orgasmo verla tachar nombres de su lista y ahora solo le quedan Cersei y la Montaña, aunque no creo que tenga oportunidad de cargárselos. Si Cersei es la mejor cocinera de barbacoa, Arya lo es de pastelillos de carne. La venganza sí es un plato. ¿Veremos reencuentro con el Perro? ¿Con Gendry? Hey, todos los personajes volvieron esta temporada menos el bastardo de Robert. Vaya trolleada. ¿Hasta dónde habrá llegado remando? Me carcome, en serio.

Y ya que estamos con lo de avanzar, tenemos ¡al fin! el crucero por el mar de Daenerys a Poniente. ¡OMG! ¡Esperé años para esto también! Tras tres temporadas atascados en Meereen, la Mil Títulos pone rumbo a lo que parece será un choque de Reinas con Cersei. En el equipaje, dos momentos a comentar. Rompe con Daario Naharis y también lo manda a la friendzone. ¿Ni un polvo épico de despedida? Ay, qué amargada. Pero seguro a Jorah le gusta esto. Y, es una escena que casi nos hace llorar a todos, proclama Mano de la Reina a Tyrion. Pero qué bonito, nuestro Diablillo favorito al fin es reconocido y apreciado. ¡Aplausos, por favor!

Creí que ya nos habíamos librado de Dorne y las petardas de arena, pero no del todo. Olenna Tyrell, de luto, se reúne con ellas para plantear una alianza contra los Lannister. Como si nos representara a los espectadores, la Reina de las Espinas manda callar a las gusanas de arena porque también le parecen insufribles. ¡Bravo! Aquí, haciendo un mega revoltijo del complot dorniense de Doran Martell, al menos nos han dejado con una de las frases más aplaudidas de Festín de Cuervos, aunque la hayan dicho otros y en diferentes circunstancias. "Venganza. Justicia. Fuego y sangre". Varys se las ha arreglado para unir a los Martell y los Tyrell -bueno, lo poco que queda de ambas- a la causa de Daenerys. Lo siento, Cersei, pero yo que tu no me acomodaría mucho en ese Trono, ya tienes más enemigos ahora que nunca.

Dos detalles a destacar. ¿Cómo mierda Varys pasa de estar en Dorne a llegar con Daenerys? ¿Y para qué se regresa a Meereen si a fin de cuentas todos van para Poniente, no hubiera sido más fácil esperar a que llegaran? Digo, sé que existen las elipsis y todo lo que quieran, pero queda un poco ridículo. ¿Acaso le pidió rentado el Meñiquemóvil a Baelish? ¿Utilizó la nueva aerolínea Uberdragon de Daenerys? ¿Acaso Varys en realidad es un Super Saiyajin que se puede teletransportar?

Y segundo. ¿En serio esa era la "hermosa" Lyanna Stark? Ok, la pobre está moribunda y ni modo que nos la pusieran con maquillaje, pero no se ve nada destacable de la mamacita de Juan de las Nieves. Tantos años para esa escena y escuchando sobre su belleza para esto... Ejem, ¡quiero mis entradas de vuelta! Dato friki, la actriz, Aisling Franciosi, es la chamaca loca que apareció en la serie británica The Fall. La niña no es fea lo que se dice fea, pero para ser Lyanna quedé decepcionado.

En resumen, este ha sido el episodio más completo de lo que llevamos de serie. Momentos cumbre que los espectadores y lectores en el fondo siempre hemos esperado ver tienen por fin su lugar. Tal vez no todo el camino para llegar aquí haya sido tan bien hilado, pero para un capítulo como este sin duda valió la pena. El final is coming, y tras una temporada que se dedicó a ir cerrando tramas, juntando personajes y encarándolos a sus destinos, solo quedan unos cuantos capítulos más antes de que lleguen los Caminantes. ¿Qué pasará? No tenemos ni idea, pero allí estaremos el año siguiente, sufriendo y gritándole a la pantalla. Qué larga se hará la espera.

Al fin, tras mucho hype, el bastardbowl llegó. La batalla de los bastardos era lo más esperado de una temporada que se ha visto enfrentada a avanzar sin el sostén de los libros, pero al mismo tiempo a tener que reciclar y licuar un par de tramas de los mismos para ir colisionando y consolidando personajes de cara a una temporada siete que se presume la última. Game of Thrones nos presenta el clímax de la temporada con otro impresionante episodio 9, tan famosos y reconocibles como los momentos cumbres, épicos y terribles de cada entrega. Vamos a desgranarlo.

Acostumbrado a que, en el pasado, las batallas de las temporadas 2 y 4 ocuparon todo el episodio, no me esperaba ver aquí la trama de Meereen, que resulta ser la parte más badass del episodio (y con el mayor despliegue de efectos). Y si bien la contienda bastarda resulta ser la mejor batalla que se haya rodado en televisión y en la misma serie, he de decir que esperaba más. Creo que meter a la Mil Títulos en este episodio resta no solo resta impacto a esta trama, pues estamos más pendientes del bastardbowl, sino que le quitó minutos a que prepararan un enfrentamiento más largo como lo fueron las batallas del Aguasnegras y del Muro.

Aún así, visto el resultado de manera aislada, no me quejo, desde hace mucho Meereen me daba pereza y ver finalmente a los dragones desatando gran parte de su poder, ahora que ya están maduros, fue para aplaudir. Se acabó el tiempo de las negociaciones y de la paz, Dany mostrará de nuevo su fuerza ante los Amos de la Bahía de los Esclavos para que se corra la voz y a nadie se le ocurra volver a esclavizar a una persona. La Targaryen al principio llega con ganas de que arda toda la ciudad, pero Tyrion le recuerda (y nos recuerda) que su padre el Rey Loco también estuvo por quemar a cada habitante de Desembarco del Rey con fuego valyrio, el cual colocó bajo la Fortaleza Roja, viviendas, comercios y el septo de Baelor. Era algo que Jaime le contó a Brienne hace mucho, pero nunca nos especificaron si tras eso el fuego valyrio fue retirado. ¿Se acuerdan del rumor sobre el que preguntó Cersei la semana pasada?

El problema de los barcos también se resuelve al apropiarse de la armada de los Amos y con la llegada de los hermanos Greyjoy. Me daba miedo lo que resultara de esto, pero no salí decepcionado. La alianza entre Yara y Dany es encarada de manera natural, gracias a una camaradería (y coqueteo, que parece que la Mil Títulos le prende el girl power) y respeto surgida de dos féminas empoderadas que buscan lo que por mucho tiempo la sociedad no ha aceptado. Daenerys accede a ayudar a devolverles las Islas del Hierro y que mantengan cierta independencia, pero con la condición de que cambien sus costumbres, no más piratería vikinga. Dany busca construir un mundo mejor y para ello, como lo ha logrado en Meereen, se deben remodelar las antiguas formas de vida. Yo solo veo que aquí hay posibilidad de una escena tijerazo, ñam, ñam.

Los bastardos se ven las caras por primera vez. Juan Nevado sugiere resolver el problema a porrazos, pero Ramsay no tiene un pelo de tonto. Sabe que Juanito Nieves es un gran espadachín y además él tiene un ejército más grande. Todo parece en contra de los norteños Stark y Sansa está resentida porque no toman su opinión en cuenta, ella que vivió en carne propia la maldad de su esposo. De ahí su decisión de no contarle a Jon sobre sus planes, quiere demostrar que es capaz de sus propias jugadas y decisiones, sin necesidad de aprobación ni siquiera de su propia familia. Esta nueva Sansa, fría y pragmática, tiene claro que su hermano Rickon no va a salir con vida. Jon, héroe hasta la médula, está seguro de que pueden ganar y promete proteger a su hermana por si las cosas van mal, pero a ella esas promesas ya no le valen, la única manera de salir ilesa es protegiéndose ella (o matándose).

Juancho le suplica a Melisandre que si muere de nuevo no lo revivan, pero ella no le garantiza nada, pues si el Señor de la Luz aún lo necesita, volverá. La Mujer Roja también ha cambiado, a su manera. Se aparta de los planes de batalla y ha dejado de ofrecer sacrificios, que seguramente ya se hartó de la barbacoa. Sin embargo, su mayor crimen, Shireen, es descubierto por Davos y todo indica que nuestro caballero cebollín o se la carga... o a ver qué.

Debo decir que aunque me habría gustado más una mayor duración de la batalla, la estrategia montada por Ramsay fue espectacular. Como Jigsaw, le propone jugar un juego a Rickon, correr hasta alcanzar a Juan Nieves mientras él le lanza flechazos. Yo no puedo creer que nadie haya enseñado a este niño a correr en zigzag, así se habría salvado, creo yo. Estaba más que claro que el pequeño Stark no iba a vivir mucho, aunque es una pena que tanto él como Osha solo hayan vuelto para morir, pero en realidad Rickon siempre fue como un adorno lindo, recuerdo que en las primeras temporadas muchos ni se enteraban que era otro Stark.

El juego de Ramsay sirve a sus propósitos de batalla. Alejar al comandante de su ejército, obligarlo a enfrentarlo solo, como sabe que hará este Stark honorable, pero Juancho tiene buenos amigos y Tormund corre con el grueso del ejército salvaje a salvar a su salvador. Es digno destacar que esta es la primera batalla de la serie que ocurre en campo abierto. Es verdaderamente un choque de ejércitos y esa secuencia en la que vemos a Jon correr de un lado a otro mientras llueven flechas, caballeros caen de sus caballos y otras mil y un posibles situaciones que podrían dar para varios capítulos de "Mil Maneras de Morir" nos enseña el lado realista y sucio de una lucha como esta. Todo es cuestión de suerte, mucha suerte y Jon tiene mucha, claro, no por nada revivió. Quizá la falta de épica de la batalla en general es compensada con esta muestra fatalista de los resultados de una contienda militar, con esas escalofriantes montañas de cadáveres que se van apilando uno a uno o ese angustiante momento en que Juanito queda encerrado entre tanta maraña de cuerpos y  lucha por salir a respirar como si estuviera en la hora pico del Metro... 

En términos de rodaje, esta batalla sale airosa, al igual que en guion, con esa estrategia montada por Ramsay de rodearlos con los escudos, avanzar y ensartar. La alegría, sin embargo, pronto se le atorará al perro loco en el culo cuando llega el típico salvador del día de las batallas. En esta ocasión Meñique aparece con el ejército del Valle de Arryn, patrocinado por Sansa, para romper el cerco del ejército Bolton. Con el rabo entre las patas, a Ramsay no le queda más que ir a refugiarse a su perrera, Invernalia, pero no contaba con el poderío de Wun Wun, el gigante más resistente de los Siete Reinos. El gigantón fiel, como Hodor, también se sacrifica por el bien de los Stark y me pregunto si en la serie era el último gigante del mundo o qué rayos. En fin, Jon está que lo carga el diablo y, como sugirió, lo resuelve todo a porrazos.

Sin embargo, Ramsay no es suyo para terminar, es a Sansa a quien le corresponde ese honor. Realmente se siente bien e incluso raro, que los Stark, salvo por Rickon, ganen. Tan acostumbrados estamos a que todo les salga mal, que verlos finalmente recuperar su hogar y tomar venganza ha sabido a gloria pero con un reguste amargo. No solo porque desconfiamos de la misma serie, que en cualquier momento puede salir con algún mal trago, sino porque a pesar de todo, nuestros protagonistas ya no son los mismos que eran antes. Ver a Sansa regocijándose en la cruel muerte de su esposo ejemplifica el mismo gozo que nosotros los espectadores también sentimos, como con la muerte de Joffrey, pero de algún modo sirve para dejarnos claro que esta Stark al fin y a cabo ya no es tan Stark. Al igual que Arya, ha aprendido por las malas (y con los malos) a dejar atrás el idealismo y honor Stark que antaño solo les trajera desgracias. 

Aplaudimos el fin de Ramsay, una escena de justicia poética que no solo nos alegra, también sintetiza muy bien la razón de ciertos cambios argumentales que en su momento fueron tan discutidos, pero que aquí encuentran su razón de ser. Esta muerte no habría tenido el mismo impacto emocional de no ser por la decisión de casar a Sansa con Ramsay la temporada pasada (con todo y la polémica violación). Nos presenta un momento deseado por los fans, con su toque hardcore al ser devorado por sus propios perros sin alimentar (¡abajo el maltrato animal!), al tiempo que hace evolucionar a la protagonista. Sin embargo, ahora que han vuelto a Invernalia, toca ver qué sigue. ¿De nuevo marchar contra los Lannister? Podría salir mejor que antes, ya que en realidad Tywin era el imparable y desde que no está él, la familia del león la está pasando duro.

Lo que está claro es que este "favor" de lord Baelish no vendrá sin su respectivo cobro. Y ya me huelo que le pedirá un "favorcito" a Sansa para ello. Recordemos que Meñique lo quiere todo y no les quepa duda de que el Norte entra en esa ecuación. A ver cuánto le dura la alegría a la Sonsainas.

Encaramos la recta final de la sexta temporada con este octavo episodio que lo deja todo más que preparado, sobre todo, para el final de temporada, pues el próximo toca uno de esos novenos capítulos enfrascados en pura batalla. En esta sesión ocho los personajes dejan claros sus propósitos, definen quiénes son y se alistan para un destino que seguramente traerá desgracia, como suele ser habitual en esta serie.

Nadie ha muerto. Literal y metafóricamente. La niña malhumorada ha sido superada por su alumna, que aprendió bien durante su tiempo como niña ciega. Arya hace suya la oscuridad para derrotar a su némesis y para reafirmar su ser, apoyada en Aguja, no solo ante Jaquen, sino ante ella misma. Tal vez todo su periplo en Braavos nos haya aburrido en más de una ocasión, pero esta crisis de identidad es una parte vital en los viajes del héroe -así como este entrenamiento que sin duda va a servirle- porque no se engañen: Arya es, a su modo, una heroína, no en el sentido "supermanesco (?)" de la palabra, pero junto con Jon, Tyrion, Daenerys, Bran y Sansa, ella es una de las grandes protagonistas de esta historia. Finalmente está lista para regresar a casa, siendo Arya, más fuerte y más segura de sí misma. 

El mismo Jaquen parece contento ante este cambio de actitud en su alumna, como si de algún modo ya lo esperara. En realidad, a él solo le interesaba que una cara terminara en la Sala de los Rostros, pues su Dios lo demandaba. La elegida fue la niña malhumorada, que parecía el androide del futuro de Terminator. Así nos despedimos de Braavos (¡al fin!) y ya solo queda que también le digamos adiós a Meereen (¡por favor!).

Otro a quien las circunstancias han obligado a salir del anonimato es al Perro, enfrascado en su venganza contra los que mataron a su amigo el septón, su único amigo en la vida. Aquí nos aclaran que los responsables de la masacre eran unos rebeldes dentro de la Hermandad sin Estandartes, que continúa siendo liderada por Beric Dondarrion y Thoros de Myr (¡más regresos!) y quienes condenan lo sucedido en sus propias filas. Lástima para los ingenuos que seguían esperando a Lady Corazón de Piedra, pero desde hace años quedó claro que no la iban a sacar. En fin, estos adoradores del Señor de la Luz, al igual que el septón, le recalcan al Perro que tiene una misión, que no puede escapar ni negar quién es. Es un gran paralelismo este que hacen con Arya, quien también fungió como su alumna de algún modo. Lo que me ha dejado intrigado son las palabras de Dondarrion: saben sobre los Caminantes y que son estos a los que deben combatir. Y si ellos lo saben y allá en el Norte Bran y Jon lo saben, no les quepa duda que al final, con todos los Sacerdotes de Rollón allá en Meereen, pronto Daenerys lo sabrá.

Ya que estamos con el tema, Varys se enfrasca en una misión secreta para conseguir aliados en Poniente. ¿A dónde irá? ¿Será que sí nos dejarán ver parte del famoso epílogo de Danza de Dragones? Tyrion, el enano más famoso del mundo, (me pregunto qué tendría que decir de cómo lo representan en la obra), en otro intento de contar chistes con los aburridos de Missandei y Toro Cornudo (¿qué tiene Meereen que vuelve a todos aburridos?), se siente confiado de sus estratagemas, pero no por mucho tiempo. Los esclavistas no han cumplido su promesa y se ponen a atacar la ciudad. Oh, ¿y ahora quién podrá defendernos? Obvio, la Mil Títulos, que llega justo cuando más la necesitan a bordo de su avión último modelo y con cara de: ¡ya llegó por quien lloraban, mothafuckers! Parece que sí tendremos una mini batallita, obvio no a gran escala como la que se vendrá en el sexto libro, pues el presupuesto no alcanza para dos, al fin ya tendremos una en el nueve, así que no se quejen. Además, no me pueden negar que queda chulo ese plano de los barcos lanzando llamaradas a las pirámides.

En Desembarco del Rey, el títere Tommen le hace un trololol mayúsculo a Cersei, o más bien el Gorrión lo hace: ¡adiós juicios por combate, señores! Por un lado está bien, es un recurso que ya han gastado anteriormente y esto obliga a la reina madre a armar un plan B. ¿A qué rumores se refiere Qyburn sobre los que le mandó Cersei a averiguar? Yo ya me olí algo muy chungo de lo que nos han dejado una pista en esta misma temporada, pero no diré nada para no arruinarlo. Sin embargo, recordemos que Margaery también algo trama y quizá al final le agüe las fiestas a su suegra. ¡Intrigas, intrigas!

Pobre Brienne, encargo que le mandan, encargo que no le sale bien. En esta ocasión, el Pez Negro, orgulloso y testarudo, no rendirá el castillo ni para ir a ayudar a su sobrina nieta la Sonsainas. En realidad los guionistas quieren hacer un poco de fanservice para que tenga un reencuentro con Jaime. Hey, yo no me quejo, ambos tienen buena química y no me refiero a lo romántico, que también (pobre Tormund). Además, podemos sumarle otro interés romántico a la lady: Bronn también le quiere dar. Si tiene pegue la Brienne, ¿a qué no?

Yo aplaudo que nos hayan contentado a los lectores con una trama de los libros, esta del sitio de Aguasdulces, que por un lado sirve para cerrar esta historia que quedó colgando desde la Boda Roja y para que veamos a un Manita de Oro demostrando su capacidad de liderazgo frente a un ejército, lo que puede ser importante en el futuro. La conversación con Edmure me gustó bastante, excepto cuando Jaime se pone de pesado con que su hermana y bla, bla, bla. Sigo sin entender por qué esta "involución" del personaje, deben tener una razón por la que han dejado a este Jaime "las cosas que hago por amor". Se mantiene, al menos, esa amenaza de lanzar a su hijo por una catapulta, por lo que a Edmure no le quedan más opciones y si quiere vivir con su nueva familia, debe traicionar no solo a la antigua, sino a toda su Casa.

Lo que también me causa mucho dolor de cabeza es la actitud de los soldados. En el capítulo anterior, cuando los Frey amenazan con matar a Edmure y Brynden sale con una actitud de "pues ni pedo", sus hombres no dicen nada. Y ahorita sí ya se ponen de mamones con que Edmure es su señor. ¿WTF? También debo quejarme porque no me gustó nada el final del Pez Negro. Y no hablo de que no sea igual que en Festín de Cuervos, en donde Edmure le ayuda a escapar y el pececillo se va nadando por el río mientras entra el ejército Lannister. En realidad no me molesta que muera, pero no costaba nada verlo pelear. ¿Por qué no mostrarlo en pantalla? Eso es una putada, todavía cuando se inventaron la muerte de ser Barristan en Meereen a ser abuelo lo pusieron a luchar hasta el final. Tal vez no querían repetirse, pero aún así: ¡buuuu!

Atando cabos y dejando el terreno listo para la finale es lo que este "No One" nos ha ofrecido. Un gran capítulo que nos deja la muerte de Nadie (ambas), encamina a Arya y al Perro a sus respectivas misiones, cierra la trama Tully y nos deja con la miel en los labios para lo que seguramente serán resoluciones sangrientas en Meereen y en Desembarco. Por lo pronto toca esperar, pues la próxima semana tendremos la esperadísima contienda bastarda: Jon vs Ramsay. ¿Quién ganará? ¡Hagan sus apuestas!

Con mejor ritmo que el anterior, llegamos al séptimo episodio. Solo nos quedan tres jornadas y sabemos que suelen ser las más explosivas en cada temporada. Este episodio sirve para apuntalar todo lo cocido en los capítulos anteriores. Además, los regresos de personajes siguen siendo la salsa de esta temporada.

¡El Perro ha vuelto! Ya, teníamos que gritarlo. Muchos lo daban por muerto, muchos otros no lo creían. Ciertamente, algunos lectores ya habían adivinado esto desde Festín de Cuervos, pero Georgito no lo ha confirmado. La serie lo hace -¡spoiler!-, pero es el precio por no terminar de escribir antes. Sandor Clegane es un personaje que gusta mucho, por su ferocidad y cinismo que contrasta con los ideales caballerescos y que en el fondo no es tan malo como parece, pero que es un hombre roto, uno de esos antihéroes estilo Berserk cuyo trabajo, como se lo recuerdan, aún no termina. Y, como dirían por ahí, este mundo no te deja ser bueno. Westeros, mucho menos.

Lo vemos en una vida reposada en compañía de un septón mendicante que ayuda a los heridos y desamparados, los inscribe a una especie de reunión de alcohólicos anónimos y ellos lo ayudan a construir un septo. Inspirado en el mismo septón que se encuentra Brienne en el cuarto libro, el septón Meribald, aquí nos pintan un curioso contraste con el Gorrión Supremo, quien afirma por activa y por pasiva hacer el designio de los dioses, mientras que este septón malhablado y arrepentido por verdaderas atrocidades indica que nadie puede saber lo que estos quieren; no es un fanático, simplemente busca un poquito de bondad en un mundo de cabrones que al final termina siempre por imponer su voluntad y, claro, por soltarle la correa al Perro.

Y en la sección de “es que en los libros”, tengo que expresar mi frustración porque no pusieran EL discurso de Meribald de Festín de Cuervos. Este episodio se llama “The Broken Man” y creí que saldría eso. Al menos Ian McShane hace una excelente labor en su cortísimo papel y si les suena de algo el actor es porque es de esos que salen en muchas películas como secundario y en muchas series, pero tal vez lo recuerden mejor como Barbanegra en la cuarta de Piratas del Caribe. Además, para los lectores de fantasía, será Mr. Wednesday en la adaptación de American Gods de Neil Gaiman que prepara Starz. Ahí es nada. Dato friki de la reseña aparte, les dejo el famoso discurso de los hombres rotos por si les gana la curiosidad (no olviden activar los subtítulos):

El odio impulsa al Perro y así parece que será siempre. ¿Cobrará venganza contra toda la Hermandad sin Estandartes? ¿Volverá a haber otro brutal combate contra Brienne y esta vez ganará? ¿O al fin se enfrentará a su hermano la Montaña –otro resurrecto- y le dará muerte como siempre ha querido? Lo que sea que haga, seguro disfrutaremos con ello.

La campaña para conseguir votos por parte de Jon y Sansa no va demasiado bien que digamos. Aunque tengan a un muy buen asesor como Davos –oigan, consiguió 62 hombres de los Mormont cuando parecía que no les darían ninguno-, los Glover los mandan a freír espárragos. Bosquespeso fue uno de los castillos tomados por la rebelión Greyjoy –de hecho, lo conquistó Yara, la hermana de Theon- y esta temporada nos dijeron que finalmente lograron sacar a los hijos del hierro. Lord Glover ya no confía en los Stark y parece que apoyará a los Bolton. Yo solo tengo que comentar que quedé encantado con lady Lyanna Mormont, ya desde la temporada pasada con la respuesta que le mandó a Stannis nos sacó a todos una buena sonrisa. Lo mejor es que no es una chiquilla respondona o chillona, tiene carácter. Nuestra nueva niña favorita.

Ante estos batacazos, Sonsa Bolton Lannister Stark recuerda que tiene otra opción. Sin duda le pide apoyo a Meñique, aunque también lo mandó muy lejos hace unos cuantos capítulos. Estoy seguro de que el ejército del Valle llegará en el último momento a salvar el día, pero que no se les olvide: no confíes en Baelish, al final saldrá con alguna jugarreta que nos dejará con el culo torcido.

Al fin aparece Bronn como la mano –a regañadientes- que le falta a Manita de Oro. Este dúo, como lo era con Tyrion, siempre tiene buena dinámica. Ante la incompetencia de los Frey de mantener un asedio –y de amenazar-, Jaimecito toma el mando del sitio a porrazos y decide parlamentar con Blackfish, a quien le tiene sin cuidado si matan o no a su sobrino Edmure –así de humillado te queremos ver en Outlander, Black Randall. Me encantó que para esta escena sí mantuvieran parte del diálogo de Festín de Cuervos. Brynden Tully le recuerda a Jaime la promesa que le hiciera a Catelyn sobre traer de vuelta a Sansa y Arya. Hombre, que ahí anda Brienne cumpliéndolo en su nombre, pero todo parece indicar que ambos no tendrán un reencuentro feliz, están luchando por causas diferentes. Yo, igual que Blackfish, estoy decepcionado. Me dueles, Jaime.

En Desembarco del Rey, santa Margaery debe fingir contrición y devoción ante el Gorrioncete y septa Shame, quien ni se inmuta ante las amenazas de lady Olenna. ¡Titanes estas dos mujeres! Como ya sospechábamos, Margie está jugando en secreto, sin duda para salvar a su casa y provocar la caída de los gorriones –y de paso de Cersei, por qué no, me hace falta un encontronazo entre estas dos. Ante la amenaza del Papa de ir contra la Reina de las Espinas, duck face le implora que se vaya y le deja un dibujito, que la reina también gusta del arte. Abstracto y contundente es: una rosa, el emblema Tyrell. Olenna puede irse a descansar tranquilamente, que su nieta sin duda lo tiene todo controlado… excepto a Cersei, a esta en cualquier momento se le van a ir las cabras.

Fue disfrutable ver cómo la viperina de Olenna le soltaba sus verdades a la reina madre. Todos te lo han dicho Cersei: no eres tan lista como crees que eres. Pero hay que recordar a su sombra, ese guardaespaldas vestido de oro que oculta un cadáver reanimado, el cuerpo del hombre más brutal y temible de todos los Siete Reinos. Olenna lo comenta de forma irónica, pero algo me dice que al final el plan de Cersei consistirá en eso: en cargárselos a todos. Mucho temo, sin embargo, por quien termine en el fuego cruzado. 

Pasemos del otro lado del mar. Sin duda, la flota Greyjoy tiene unos propulsores de esos que utiliza Littlefinger para su Meñiquemóvil. Theon y Yara andan en Volantis de putas, excepto Hediondo, que sin duda siente una picazón en su miembro fantasma. En la versión televisiva, su hermana es lesbiana y le gusta morder pezones. Chica, me caes bien. Además, su franqueza con su pequeño hermano sirve para que dejemos de ver al asustadizo Hediondo y recuperemos a Theon, uno más seguro de sí mismo, esperemos, y menos ansioso por poder y aceptación, más fiel a su deber.

El plan, cómo no, es ir con Daenerys, que anda muy solicitada. ¿Y qué le van a ofrecer? El tío Euron pidió mil barcos –los que necesita Dany para ir a Poniente- y los hermanos Greyjoy no tienen tantos, por muy rapidash que sean. Tampoco pueden sellar nada con algún matrimonio: Theon no tiene polla y a Dany le gustan los pilares y las piedras, no las tijeras de la Yara. Veremos en qué resulta todo esto, pero me da un poco de mala espina. Theon debería estar con Sansa, apoyando a la resurrección Stark o al menos ahí me gustaría que estuviera.

Y bueno, acabemos con lo que nos tiene mega preocupados y mordiéndonos las uñas. ¡Que han apuñalado a Arya! ¡Estúpida, mi Arya, idiota! Venga, también se lo ganó. Niña nadie, acabas de desertar de un culto de asesinos experimentados que se cambian la cara y que ya te habían advertido que si no cumplías te ibas a la Sala de los Rostros y tú vas tan pancha por todo Braavos como si cualquier cosa. ¿Tanto entrenamiento –mucho de ello aburridísimo- y nos sales con esto? Pero no, a ella sí no nos la maten, no aquí, no ahora. ¿En dónde encontrará ayuda? No lo sabemos, pero ojalá esta pésima alumna aprenda a no confiar en viejitas que te ofrecen dulces. ¡Ensártale tu Aguja a la niña malhumorada ya, por R’hllor!