Game of Thrones 6.09 y nunca dejes a tu perro sin comer

9:50:00 a.m.

Al fin, tras mucho hype, el bastardbowl llegó. La batalla de los bastardos era lo más esperado de una temporada que se ha visto enfrentada a avanzar sin el sostén de los libros, pero al mismo tiempo a tener que reciclar y licuar un par de tramas de los mismos para ir colisionando y consolidando personajes de cara a una temporada siete que se presume la última. Game of Thrones nos presenta el clímax de la temporada con otro impresionante episodio 9, tan famosos y reconocibles como los momentos cumbres, épicos y terribles de cada entrega. Vamos a desgranarlo.

Acostumbrado a que, en el pasado, las batallas de las temporadas 2 y 4 ocuparon todo el episodio, no me esperaba ver aquí la trama de Meereen, que resulta ser la parte más badass del episodio (y con el mayor despliegue de efectos). Y si bien la contienda bastarda resulta ser la mejor batalla que se haya rodado en televisión y en la misma serie, he de decir que esperaba más. Creo que meter a la Mil Títulos en este episodio resta no solo resta impacto a esta trama, pues estamos más pendientes del bastardbowl, sino que le quitó minutos a que prepararan un enfrentamiento más largo como lo fueron las batallas del Aguasnegras y del Muro.

Aún así, visto el resultado de manera aislada, no me quejo, desde hace mucho Meereen me daba pereza y ver finalmente a los dragones desatando gran parte de su poder, ahora que ya están maduros, fue para aplaudir. Se acabó el tiempo de las negociaciones y de la paz, Dany mostrará de nuevo su fuerza ante los Amos de la Bahía de los Esclavos para que se corra la voz y a nadie se le ocurra volver a esclavizar a una persona. La Targaryen al principio llega con ganas de que arda toda la ciudad, pero Tyrion le recuerda (y nos recuerda) que su padre el Rey Loco también estuvo por quemar a cada habitante de Desembarco del Rey con fuego valyrio, el cual colocó bajo la Fortaleza Roja, viviendas, comercios y el septo de Baelor. Era algo que Jaime le contó a Brienne hace mucho, pero nunca nos especificaron si tras eso el fuego valyrio fue retirado. ¿Se acuerdan del rumor sobre el que preguntó Cersei la semana pasada?

El problema de los barcos también se resuelve al apropiarse de la armada de los Amos y con la llegada de los hermanos Greyjoy. Me daba miedo lo que resultara de esto, pero no salí decepcionado. La alianza entre Yara y Dany es encarada de manera natural, gracias a una camaradería (y coqueteo, que parece que la Mil Títulos le prende el girl power) y respeto surgida de dos féminas empoderadas que buscan lo que por mucho tiempo la sociedad no ha aceptado. Daenerys accede a ayudar a devolverles las Islas del Hierro y que mantengan cierta independencia, pero con la condición de que cambien sus costumbres, no más piratería vikinga. Dany busca construir un mundo mejor y para ello, como lo ha logrado en Meereen, se deben remodelar las antiguas formas de vida. Yo solo veo que aquí hay posibilidad de una escena tijerazo, ñam, ñam.

Los bastardos se ven las caras por primera vez. Juan Nevado sugiere resolver el problema a porrazos, pero Ramsay no tiene un pelo de tonto. Sabe que Juanito Nieves es un gran espadachín y además él tiene un ejército más grande. Todo parece en contra de los norteños Stark y Sansa está resentida porque no toman su opinión en cuenta, ella que vivió en carne propia la maldad de su esposo. De ahí su decisión de no contarle a Jon sobre sus planes, quiere demostrar que es capaz de sus propias jugadas y decisiones, sin necesidad de aprobación ni siquiera de su propia familia. Esta nueva Sansa, fría y pragmática, tiene claro que su hermano Rickon no va a salir con vida. Jon, héroe hasta la médula, está seguro de que pueden ganar y promete proteger a su hermana por si las cosas van mal, pero a ella esas promesas ya no le valen, la única manera de salir ilesa es protegiéndose ella (o matándose).

Juancho le suplica a Melisandre que si muere de nuevo no lo revivan, pero ella no le garantiza nada, pues si el Señor de la Luz aún lo necesita, volverá. La Mujer Roja también ha cambiado, a su manera. Se aparta de los planes de batalla y ha dejado de ofrecer sacrificios, que seguramente ya se hartó de la barbacoa. Sin embargo, su mayor crimen, Shireen, es descubierto por Davos y todo indica que nuestro caballero cebollín o se la carga... o a ver qué.

Debo decir que aunque me habría gustado más una mayor duración de la batalla, la estrategia montada por Ramsay fue espectacular. Como Jigsaw, le propone jugar un juego a Rickon, correr hasta alcanzar a Juan Nieves mientras él le lanza flechazos. Yo no puedo creer que nadie haya enseñado a este niño a correr en zigzag, así se habría salvado, creo yo. Estaba más que claro que el pequeño Stark no iba a vivir mucho, aunque es una pena que tanto él como Osha solo hayan vuelto para morir, pero en realidad Rickon siempre fue como un adorno lindo, recuerdo que en las primeras temporadas muchos ni se enteraban que era otro Stark.

El juego de Ramsay sirve a sus propósitos de batalla. Alejar al comandante de su ejército, obligarlo a enfrentarlo solo, como sabe que hará este Stark honorable, pero Juancho tiene buenos amigos y Tormund corre con el grueso del ejército salvaje a salvar a su salvador. Es digno destacar que esta es la primera batalla de la serie que ocurre en campo abierto. Es verdaderamente un choque de ejércitos y esa secuencia en la que vemos a Jon correr de un lado a otro mientras llueven flechas, caballeros caen de sus caballos y otras mil y un posibles situaciones que podrían dar para varios capítulos de "Mil Maneras de Morir" nos enseña el lado realista y sucio de una lucha como esta. Todo es cuestión de suerte, mucha suerte y Jon tiene mucha, claro, no por nada revivió. Quizá la falta de épica de la batalla en general es compensada con esta muestra fatalista de los resultados de una contienda militar, con esas escalofriantes montañas de cadáveres que se van apilando uno a uno o ese angustiante momento en que Juanito queda encerrado entre tanta maraña de cuerpos y  lucha por salir a respirar como si estuviera en la hora pico del Metro... 

En términos de rodaje, esta batalla sale airosa, al igual que en guion, con esa estrategia montada por Ramsay de rodearlos con los escudos, avanzar y ensartar. La alegría, sin embargo, pronto se le atorará al perro loco en el culo cuando llega el típico salvador del día de las batallas. En esta ocasión Meñique aparece con el ejército del Valle de Arryn, patrocinado por Sansa, para romper el cerco del ejército Bolton. Con el rabo entre las patas, a Ramsay no le queda más que ir a refugiarse a su perrera, Invernalia, pero no contaba con el poderío de Wun Wun, el gigante más resistente de los Siete Reinos. El gigantón fiel, como Hodor, también se sacrifica por el bien de los Stark y me pregunto si en la serie era el último gigante del mundo o qué rayos. En fin, Jon está que lo carga el diablo y, como sugirió, lo resuelve todo a porrazos.

Sin embargo, Ramsay no es suyo para terminar, es a Sansa a quien le corresponde ese honor. Realmente se siente bien e incluso raro, que los Stark, salvo por Rickon, ganen. Tan acostumbrados estamos a que todo les salga mal, que verlos finalmente recuperar su hogar y tomar venganza ha sabido a gloria pero con un reguste amargo. No solo porque desconfiamos de la misma serie, que en cualquier momento puede salir con algún mal trago, sino porque a pesar de todo, nuestros protagonistas ya no son los mismos que eran antes. Ver a Sansa regocijándose en la cruel muerte de su esposo ejemplifica el mismo gozo que nosotros los espectadores también sentimos, como con la muerte de Joffrey, pero de algún modo sirve para dejarnos claro que esta Stark al fin y a cabo ya no es tan Stark. Al igual que Arya, ha aprendido por las malas (y con los malos) a dejar atrás el idealismo y honor Stark que antaño solo les trajera desgracias. 

Aplaudimos el fin de Ramsay, una escena de justicia poética que no solo nos alegra, también sintetiza muy bien la razón de ciertos cambios argumentales que en su momento fueron tan discutidos, pero que aquí encuentran su razón de ser. Esta muerte no habría tenido el mismo impacto emocional de no ser por la decisión de casar a Sansa con Ramsay la temporada pasada (con todo y la polémica violación). Nos presenta un momento deseado por los fans, con su toque hardcore al ser devorado por sus propios perros sin alimentar (¡abajo el maltrato animal!), al tiempo que hace evolucionar a la protagonista. Sin embargo, ahora que han vuelto a Invernalia, toca ver qué sigue. ¿De nuevo marchar contra los Lannister? Podría salir mejor que antes, ya que en realidad Tywin era el imparable y desde que no está él, la familia del león la está pasando duro.


Lo que está claro es que este "favor" de lord Baelish no vendrá sin su respectivo cobro. Y ya me huelo que le pedirá un "favorcito" a Sansa para ello. Recordemos que Meñique lo quiere todo y no les quepa duda de que el Norte entra en esa ecuación. A ver cuánto le dura la alegría a la Sonsainas.

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1 comentarios

  1. Hola, me encanta el resumen que nos regalas casa semana. Los recuerdas escenas grandiosas y con un toque de humor, sin embargo resulta un poco difícil de comprender debido a la redacción, como que hoy lo hiciste de rápido ¿no? Bueno, igual gracias.

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